El Vallenato
El Vallenato es un género musical autóctono de la Costa
Caribe colombiana con epicentro en la antigua provincia de Padilla (actuales
sur de La Guajira, norte del Cesar y oriente del Magdalena)
y presencia ancestral en la región sabanera de los departamentos de Bolívar, Sucre, Córdoba.
Su popularidad se ha extendido hoy a todas las regiones del país y países
vecinos como Panamá, Venezuela, Ecuador y México. Se
interpreta tradicionalmente con tres instrumentos: el acordeón diatónico,
la guacharaca y la caja vallenata. Los ritmos o aires musicales
del Vallenato son el paseo, el merengue, la puya, el son y
la tambora.1 El
vallenato también se interpreta con guitarra y con los instrumentos
de la cumbia en cumbiambas y grupos de millo.
Instrumentos
Acordeón diatónico
El acordeón diatónico a botones o melodeón es
un acordeón que se diferencia del acordeón cromático porque
su estructura musical depende de algunas escalas determinadas.
En un lado tiene los bajos y acordes que usualmente se usan
para acompañar la música o melodía que se interpreta en el otro lado. Los
acordeones diatónicos los hay de uno dos y tres líneas. Una línea tiene 10 u 11
botones. A diferencia del acordeón cromático (también conocido como
acordeón piano, aunque existen acordeones cromáticos de botones), la nota del
mismo botón (tecla redonda) en un diatónico cambia dependiendo si el aire sale
o entra. Es decir, si se cierra el fuelle o se abre.
Caja
La caja vallenata es un instrumento musical
de percusión utilizado en el vallenato. Es un pequeño tambor cónico
de un solo parche con anillos de tensión. Se ajusta sobre las piernas para su
ejecución, un poco más ancha arriba que abajo.
Guacharaca
La guacharaca es un instrumento musical de
rascado utilizado mayormente en el vallenato. Se compone de dos partes: la
guacharaca misma, de superficie corrugada y el peine o trinche, hecho de alambre duro
y mango de madera, usado para rascar la superficie corrugada de la
guacharaca.
Su interior es tallado con forma de canoa. La
guacharaca tiene el grosor de un mango de escoba y puede ser tan largo como un violín.
De hecho, la guacharaca se interpreta en una posición relativamente
similar a la postura del violín.